Éstos son algunos de los propósitos específicos de los tanques durante la Primera Guerra Mundial:
Avance: Los tanques se utilizaban para atravesar las líneas enemigas proporcionando una plataforma blindada móvil que podía cruzar trincheras y alambres de púas. Esto permitió a la infantería seguir detrás de los tanques y aprovechar el avance.
Apoyo de infantería: Los tanques también se utilizaron para apoyar a la infantería proporcionando apoyo de fuego directo y fuego de cobertura. También podrían usarse para transportar infantería a la batalla y brindar protección contra el fuego enemigo.
Superar obstáculos: Los tanques pudieron superar obstáculos como trincheras, alambre de púas y cráteres que eran difíciles de cruzar para la infantería. Esto les permitió avanzar por el campo de batalla de forma más rápida y eficaz.
Guerra psicológica: Los tanques tuvieron un impacto psicológico significativo en las tropas enemigas. La visión de estas máquinas grandes y poderosas podría causar miedo y desmoralización, lo que podría provocar pánico y retirada.
Reconocimiento: Los tanques también se utilizaron para misiones de reconocimiento, ya que podían proporcionar una plataforma de observación móvil que no era vulnerable al fuego enemigo.
Armas combinadas: Los tanques se usaban a menudo junto con otras armas militares, como infantería, artillería y caballería. Esto permitió un ataque coordinado y eficaz que podría abrumar al enemigo.
A pesar de sus limitaciones, los tanques demostraron ser un activo valioso para las fuerzas aliadas durante la Primera Guerra Mundial. Ayudaron a romper el estancamiento de la guerra de trincheras y contribuyeron a la eventual victoria aliada.