El buen San Eloi, orfebre de la corte del rey Clotario II, del que más tarde será tesorero, convertirse en el principal asesor del rey Dagoberto. Eloi, que se convirtió en sacerdote y luego obispo de Noyon después del segundo soberano, dedicó su vida a ayudar a los pobres y a redimir a los esclavos. Los fieles le atribuirán prestigiosas obras de orfebrería, en particular santuarios, y numerosos milagros tras su muerte. Eloi habría cortado la pata de un caballo para herrarlo más fácilmente, antes de volver a colocarlo en su lugar. También habría hecho retroceder al diablo, disfrazado de mujer para tentarlo, cogiéndole la nariz con unas pinzas.
Se casa con el vizconde de Beauharnais, un revolucionario que será guillotinado. Ella le dio dos hijos (Eugene y Hortense). Se casó con el general Bonaparte, a quien ayudó a conseguir un nombre en Italia. Convertida en emperatriz de los franceses, el emperador la repudió por falta de heredero. Josef