1. Condición: El estado general del billete juega un papel importante a la hora de determinar su valor. Los billetes que están en excelentes condiciones con mínimos pliegues, rasgaduras o imperfecciones y que aún conservan su nitidez original son generalmente más valiosos.
2. Rareza: El billete de 10 dólares de la Reserva Federal de 1914 con sello azul se considera relativamente escaso en comparación con otros billetes de esa época. Esta escasez puede contribuir a su valor, especialmente si es uno de los billetes con números más bajos o tiene características únicas que lo distinguen de los demás.
3. Grado: Los servicios de calificación numismática, como el Professional Coin Grading Service (PCGS) o Numismatic Guaranty Corporation (NGC), a menudo califican estos billetes basándose en una escala que evalúa factores como el desgaste, las manchas y la conservación general. Los grados más altos, como MS (Mint State) o AU (About Uncirculated), suelen tener valores más altos.
4. Firmas: Las firmas del billete, en particular las del Tesorero y el Secretario, también pueden afectar su valor. Ciertas firmas o combinaciones de firmas pueden ser más buscadas por los coleccionistas, lo que influye en el precio del billete.
5. Serie y Distrito: La serie y el distrito de la Reserva Federal indicados en el billete pueden influir en su valor. Algunas series o distritos pueden ser más escasos que otros, lo que hace que ciertos billetes sean más atractivos para los coleccionistas.
6. Números de serie: Los números de serie únicos o interesantes, como números bajos, series consecutivas o "repeticiones", pueden aumentar el valor del billete para ciertos coleccionistas.
Dada la escasez y el valor potencial de este billete, se recomienda consultar con tasadores o comerciantes acreditados especializados en moneda para obtener una estimación confiable de su valor.