La boca de trinchera se caracteriza por varios síntomas, que incluyen:
- Encías dolorosas y sangrantes que estan hinchados y rojos
- Úlceras o llagas en las encías y dentro de la boca.
- Aliento maloliente (halitosis)
- Dificultad para comer y tragar
- Fiebre y fatiga
La boca de trinchera se transmite a través del contacto directo con saliva infectada, como al besar, compartir utensilios para comer o toser y estornudar. La mala higiene bucal y la desnutrición también pueden aumentar el riesgo de desarrollar boca de trinchera.
El tratamiento para la boca de trinchera generalmente implica antibióticos, como la penicilina, para matar las bacterias. También se pueden utilizar analgésicos y enjuagues bucales antisépticos para aliviar los síntomas. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el tejido dañado y prevenir una mayor infección.
La boca de trinchera fue un problema de salud importante durante la Primera Guerra Mundial, pero ahora es relativamente rara gracias a la mejora del saneamiento y la higiene dental. Sin embargo, todavía puede ocurrir en personas inmunocomprometidas o que tienen una mala higiene bucal.