En el Reino Unido, el primer ministro no necesita pedirle a la reina que declare la guerra. La prerrogativa real es un conjunto de poderes y privilegios que pertenecen al monarca y son ejercidos por el primer ministro en nombre del monarca. Estos incluyen el poder de declarar la guerra y la paz.
En la práctica, el primer ministro no suele tomar este tipo de decisiones sin consultar al monarca. Sin embargo, el monarca está constitucionalmente obligado a seguir el consejo del primer ministro, por lo que la decisión de declarar la guerra la toma en última instancia el primer ministro.