1. Preparando el pergamino:
- Se trataban pieles de animales, normalmente de terneros, ovejas o cabras, para crear pergaminos.
- Las pieles se remojaban, se pelaban, se estiraban y se raspaban para crear láminas finas y flexibles.
2. Gobernando el pergamino:
- Los escribas usaban un lápiz para marcar líneas en el pergamino para guiar su escritura.
- Estas líneas aseguraron un espaciado y alineación consistentes del texto.
3. Escribir el texto:
- Los escribas, expertos en caligrafía, utilizaban plumas afiladas o plumas de caña mojadas en tinta para escribir el texto.
- La tinta se elaboraba a partir de diversos materiales como hollín, agallas y extractos de plantas.
4. Iluminación y Decoración:
- Los manuscritos solían estar bellamente decorados con elaboradas ilustraciones, conocidas como iluminaciones.
- Artistas expertos utilizaron pinturas, pan de oro y otros materiales para crear diseños intrincados, decoraciones de bordes y pinturas en miniatura.
5. Encuadernación del manuscrito:
- Se unieron entre sí las hojas de pergamino escritas y decoradas.
- Como cubiertas se utilizaban tablas de madera recubiertas de cuero o tela.
- Se utilizaba habitualmente el formato de códice, con páginas cosidas a lo largo de un borde.
Los manuscritos resultantes fueron obras de arte únicas, con cada página meticulosamente elaborada a mano. Debido al tiempo y esfuerzo involucrados, los libros eran raros y costosos, principalmente propiedad de personas adineradas, monasterios y bibliotecas.
Con la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg a mediados del siglo XV, la producción de libros se volvió más rápida y accesible. La impresión permitió la producción masiva de libros, lo que provocó un aumento significativo de las tasas de alfabetización y la difusión del conocimiento en toda la sociedad.