Quién: Gran Bretaña
La Guerra de los Siete Años (1756-1763) fue un conflicto global librado entre Gran Bretaña y Francia, con sus respectivos aliados. La guerra se libró por el control de la tierra y los recursos en América del Norte, Europa, África y la India.
En las primeras etapas de la guerra, Francia tenía la ventaja. Tenían un ejército y una marina más grandes y pudieron obtener varias victorias clave. Sin embargo, Gran Bretaña pudo cambiar el rumbo de la guerra a su favor formando alianzas con otros países, como Prusia y Portugal.
Uno de los factores más importantes que inclinó el equilibrio de poder a favor de Gran Bretaña fue la captura de Quebec en 1759. Esta victoria dio a Gran Bretaña el control del río San Lorenzo y le permitió cortar las líneas de suministro francesas a sus tropas en el norte. América.
Otro factor importante fue la victoria británica en la batalla de Plassey en 1757. Esta victoria dio a Gran Bretaña el control de Bengala, la provincia más rica de la India.
En 1763, Gran Bretaña se había convertido en la potencia dominante del mundo. La Guerra de los Siete Años le había dado un vasto imperio y se había convertido en la principal potencia en comercio y comercio.