A finales del siglo XIX, Estados Unidos experimentó un período de rápida industrialización y crecimiento económico, que condujo al surgimiento de individuos ricos e influyentes conocidos como "barones ladrones". Estos individuos a menudo utilizaron prácticas comerciales poco éticas o injustas, incluidos monopolios, fijación de precios y explotación de trabajadores, para acumular grandes fortunas. John W. Gates fue una de esas figuras que fue vista como un barón ladrón.
Gates nació en 1855 en Illinois y comenzó su carrera en la industria del alambre de púas. Con el tiempo se involucró en varios negocios, incluidos los ferrocarriles, el acero y el petróleo. Era conocido por sus tácticas comerciales agresivas y su voluntad de participar en una competencia despiadada. Por ejemplo, Gates estuvo involucrado en la famosa "Batalla de los Reyes del Alambre de Púas" en la década de 1880, donde buscó controlar el mercado del alambre de púas a través de diversos medios, incluido el sabotaje y la manipulación de precios.
Gates también formaba parte de un grupo conocido como "Standard Oil Trust", dirigido por John D. Rockefeller. El Standard Oil Trust era conocido por sus prácticas monopolísticas en la industria petrolera. Gates jugó un papel importante en la expansión del dominio de Standard Oil y en la adquisición del control de las compañías petroleras competidoras.
En general, John W. Gates fue ampliamente considerado como un barón ladrón durante la Edad Dorada en los Estados Unidos. Sus prácticas comerciales fueron criticadas a menudo por su falta de ética y su impacto negativo en la competencia y los derechos de los trabajadores.