Cuando Harold se enteró de la muerte del rey, rápidamente tomó medidas para asegurar el trono. Presentó su reclamo a los nobles ingleses y obtuvo su apoyo. Posteriormente, fue coronado rey formalmente en la Abadía de Westminster el mismo día, 6 de enero de 1066.
La coronación de Harold fue impulsada por varios factores:
Poder e influencia:como conde de Wessex, Harold Godwinson tenía un poder e influencia significativos en Inglaterra. Había amasado una riqueza considerable y tenía una fuerte red de aliados entre la nobleza inglesa. Su padre, Godwine, había sido anteriormente uno de los condes más poderosos del reino.
Popularidad y apoyo:la reputación de Harold como administrador capaz, líder militar y patrón de la iglesia lo hizo popular entre los ingleses. Fue ampliamente venerado por sus victorias contra los galeses y su defensa contra las incursiones noruegas.
La elección del Witan:El Witan, el consejo de los principales nobles y clérigos anglosajones, jugó un papel crucial en la determinación de la sucesión. Consideraban a Harold un candidato fuerte y capaz, que podía salvaguardar los intereses de Inglaterra y mantener el status quo.
El supuesto deseo de Eduardo el Confesor en su lecho de muerte:aunque no hay evidencia concreta, algunas fuentes medievales sugieren que Eduardo había expresado su preferencia por que Harold lo sucediera. Estas fuentes afirman que Eduardo veía a Harold como la persona más adecuada para proteger el reino de amenazas externas y preservar el estilo de vida anglosajón.
Sin embargo, es importante señalar que el ascenso de Harold no fue aceptado universalmente. Guillermo de Normandía, quien también reclamó el trono inglés, vio la coronación de Harold como un acto ilegal y se preparó para una invasión para hacer cumplir su reclamo, lo que finalmente condujo a la Batalla de Hastings y la conquista normanda de Inglaterra.