- Carne fresca, como carne de res, cerdo y cordero.
- Carne enlatada, como carne en conserva y carne de res.
- Verduras frescas, como patatas, zanahorias y cebollas.
- Verduras enlatadas, como guisantes, frijoles y tomates.
- Fruta fresca, como manzanas, naranjas y plátanos.
- Frutas enlatadas, como duraznos, peras y piñas.
- Pan, galletas y galletas saladas.
- Mantequilla, queso y mermelada.
- Té, café y cacao.
- Cerveza, vino y licores.
Las comidas de los oficiales normalmente eran preparadas por sus propios cocineros, que a menudo eran civiles contratados para tal fin. En algunos casos, los oficiales también comían en los comedores con los demás soldados.