Argumentos a favor de la justificación y la necesidad:
1. Acortó la guerra: Sus defensores argumentan que los bombardeos atómicos provocaron un rápido final de la guerra, evitando más pérdidas de vidas y destrucción. Se estima que las bombas pueden haber salvado cientos de miles de vidas aliadas y japonesas que se habrían perdido en una invasión prolongada de Japón.
2. Necesidad militar: Algunos sostienen que las bombas atómicas eran militarmente necesarias para forzar la rendición incondicional de Japón. Japón había mostrado voluntad de luchar hasta el final, y una invasión probablemente habría provocado víctimas aún mayores.
3. Víctimas minimizadas: En comparación con las posibles víctimas de una invasión de Japón, las bombas atómicas provocaron relativamente pocas muertes de civiles. Si bien los bombardeos causaron una inmensa destrucción y pérdida de vidas en Hiroshima y Nagasaki, sus defensores argumentan que el número total de víctimas fue menor de lo que habría ocurrido en una invasión.
4. Conmoción y pavor: El poder destructivo sin precedentes de las bombas atómicas demostró la superioridad tecnológica y militar de Estados Unidos, convenciendo a los líderes japoneses de que continuar la resistencia era inútil y conduciría a una mayor devastación.
5. Se evitó la propagación del comunismo: Algunos sostienen que los bombardeos atómicos ayudaron a contener la expansión del comunismo en Asia. Japón estaba aliado con Alemania e Italia, y su derrota debilitó a las potencias del Eje. Es posible que Estados Unidos haya temido que una guerra prolongada en Asia pudiera llevar a la propagación de ideologías comunistas en la región.
Argumentos en contra de la justificación y la necesidad:
1. Innecesario e inhumano: Los críticos argumentan que el uso de bombas atómicas era innecesario porque Japón ya estaba al borde de la derrota. Los bombardeos causaron inmensos sufrimientos y muertes a civiles inocentes, lo que planteó dudas sobre la moralidad y la ética del uso de esas armas.
2. Medidas alternativas: Los detractores sostienen que existían opciones alternativas para lograr la rendición de Japón sin recurrir a bombas atómicas. Se sugieren como alternativas negociaciones diplomáticas, un bloqueo naval o una demostración del poder destructivo de las bombas sin causar muchas bajas.
3. Sentando un precedente peligroso: El uso de armas nucleares sienta un peligroso precedente para futuros conflictos. Abrió la puerta a la posibilidad de una mayor proliferación nuclear y una posible guerra nuclear, lo que generó preocupaciones sobre la seguridad global.
4. Consecuencias a largo plazo: Los bombardeos provocaron efectos a largo plazo en la salud y contaminación ambiental en Hiroshima y Nagasaki. Los críticos argumentan que estas consecuencias negativas superan cualquier beneficio militar percibido a corto plazo.
5. Motivación política: Algunos historiadores sostienen que las bombas atómicas se lanzaron principalmente para demostrar el poder y el dominio de Estados Unidos en el mundo de la posguerra, más que por necesidad militar.
En resumen, las justificaciones para utilizar bombas atómicas para poner fin a la Segunda Guerra Mundial giran en torno a los argumentos de acortar la guerra, minimizar las bajas y prevenir la expansión del comunismo. Los críticos argumentan que las bombas fueron innecesarias, inhumanas y sentaron un precedente peligroso para futuros conflictos. El debate continúa girando en torno al equilibrio entre los posibles beneficios militares y las consideraciones morales y éticas del uso de armas tan devastadoras.