1. Inscripción como sustituto:una persona podría pagarle a otra para que sirva como su sustituto en el ejército. Esta práctica era legal y ampliamente adoptada, especialmente por las personas más ricas.
2. Pago de la tasa de conmutación:La Ley de Inscripción de 1863 permitía a los reclutas pagar una tasa de conmutación para evitar el servicio militar. La tarifa se fijó en 300 dólares, y era una cantidad significativa de dinero en ese momento.
3. Discapacidad física o exención médica:los hombres que se consideraban física o mentalmente no aptos para el servicio militar estaban exentos del reclutamiento. Esta exención podría obtenerse presentando certificados médicos o sometiéndose a un examen físico por parte de una junta médica.
4. Membresía en ciertas profesiones u ocupaciones:ciertas ocupaciones y profesiones se consideraban esenciales para el funcionamiento de la sociedad, y las personas empleadas en estos campos a menudo estaban exentas del reclutamiento. Esto incluía a clérigos, maestros, ciertos empleados gubernamentales y trabajadores de industrias consideradas vitales para el esfuerzo bélico.
5. Alistamiento en una unidad o rama diferente:algunas personas podrían haberse alistado voluntariamente en el Ejército de la Unión en una unidad o rama diferente, como la Armada, antes de ser reclutados. Esta podría ser una forma de tener algunas opciones en su servicio militar.
6. Reclamaciones de dependencia o dificultades:los reclutas podrían alegar que eran el único sostén de los familiares dependientes o que su ausencia del hogar causaría dificultades indebidas. En ocasiones, estas reclamaciones eran examinadas por las juntas de reclutamiento y podían dar lugar a exenciones.
7. Criterios de descalificación:Había ciertas condiciones que descalificaban a una persona para ser reclutada, como no ser ciudadano o tener antecedentes penales. Estas personas no serían elegibles para el reclutamiento.
8. Huir o evadir el reclutamiento:Algunas personas recurrieron a huir o evadir el reclutamiento por completo, ya sea abandonando sus hogares o escondiéndose para evitar ser capturadas por los oficiales del reclutamiento.
Es importante tener en cuenta que los métodos para evitar el reclutamiento podrían variar según el período de tiempo y la ubicación durante la Guerra Civil, así como las regulaciones y políticas específicas del Ejército de la Unión.