Sin embargo, durante varios años se habían estado gestando tensiones y conflictos en el país, y Kansas jugó un papel crucial en la intensificación de estos conflictos. La década de 1850 vio intensas luchas políticas y sociales sobre la cuestión de la esclavitud en el recién organizado Territorio de Kansas. Los colonos a favor y en contra de la esclavitud acudieron en masa a la región para influir en el equilibrio político y determinar si Kansas ingresaría a la Unión como un estado libre o esclavista.
La Ley Kansas-Nebraska de 1854 condujo a la formación de dos gobiernos rivales en el territorio, uno a favor de la esclavitud y otro contra la esclavitud. Este conflicto estalló en enfrentamientos violentos conocidos como "Kansas sangrante". Estos episodios involucraron enfrentamientos violentos entre colonos, guerra de guerrillas e incursiones en asentamientos.
La violencia en Kansas atrajo la atención nacional y aumentó las tensiones entre el Norte y el Sur. El debate sobre la esclavitud y los derechos de los estados se polarizó cada vez más, y la Ley Kansas-Nebraska y sus consecuencias exacerbaron las divisiones sectoriales dentro de Estados Unidos.
Por lo tanto, si bien los acontecimientos en Kansas fueron un factor importante para aumentar las tensiones y dividir a la nación, la Guerra Civil estadounidense comenzó oficialmente el 12 de abril de 1861 con el ataque a Fort Sumter en Carolina del Sur.