Los federalistas creían que era necesario un gobierno federal fuerte para mantener la unidad nacional y la prosperidad económica. También apoyaron al Banco de los Estados Unidos y otras medidas para promover la manufactura y el comercio. Los federalistas contaron con un fuerte apoyo de la comunidad empresarial y financiera, así como de algunos grandes terratenientes.
Inicialmente, los federalistas tuvieron éxito político. Ganaron las dos primeras elecciones presidenciales y controlaron el Congreso durante la mayor parte de la década de 1790. Sin embargo, el partido comenzó a perder apoyo a finales de la década de 1790 debido a varios factores, incluidas las Leyes de Extranjería y Sedición, una guerra con Francia y el ascenso del Partido Demócrata-Republicano.
Los federalistas fueron derrotados en las elecciones presidenciales de 1800 por Thomas Jefferson, un demócrata-republicano. El partido continuó existiendo durante algunos años más, pero finalmente se desvaneció. El Partido Demócrata-Republicano dominó la política estadounidense durante las siguientes décadas.
Éstos son algunos de los acontecimientos clave que llevaron al declive del Partido Federalista:
* Leyes de Extranjería y Sedición: En 1798, el Congreso controlado por los federalistas aprobó las Leyes de Extranjería y Sedición, que tipificaban como delito criticar al gobierno o oponerse a las políticas del presidente. Estos actos fueron ampliamente vistos como un ataque a la libertad de expresión y a las libertades civiles, y les costaron a los federalistas mucho apoyo entre los votantes.
* Cuasi-guerra con Francia: En 1798, Estados Unidos libró una guerra no declarada con Francia, conocida como la Cuasi-Guerra. La guerra fue impopular en Estados Unidos y desvió recursos y atención de las cuestiones internas.
* Ascenso del Partido Demócrata-Republicano: El Partido Demócrata-Republicano, liderado por Thomas Jefferson y James Madison, se opuso al gobierno federal fuerte y a las políticas del Partido Federalista. Los demócratas-republicanos pudieron atraer una amplia gama de apoyos, incluidos agricultores, artesanos y trabajadores.
Estos tres acontecimientos se combinaron para debilitar al Partido Federalista y provocar su declive. El Partido Federalista finalmente fue reemplazado por el Partido Demócrata y el Partido Whig.