La doctrina Bush fue una directriz de política exterior estadounidense establecida por el presidente estadounidense George W. Bush en 2002.
Esta ideología favorecía la guerra preventiva, la lucha contra el terrorismo y la libre circulación de capitales.
También declaró a tres países miembros del "Eje del Mal":Irak, Irán y Corea del Norte.
Contexto histórico de la doctrina Bush
Después de ocho años de gobierno del demócrata Bill Clinton, los estadounidenses eligieron al republicano George W. Bush como presidente.
El gobierno de los republicanos casi siempre se caracteriza por una retórica aislacionista y con George W. Bush no fue diferente.
Bush gobernó durante una de las peores crisis económicas y fue el primer presidente en enfrentar un ataque en suelo estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial.
La Doctrina Bush fue lanzada por el presidente en enero de 2002, durante su discurso sobre el Estado de la Unión, pronunciado ante el Congreso de Estados Unidos.
En esta ocasión, el presidente presentó al Congreso sus ideas sobre el papel de Estados Unidos en el mundo. Afirmó que el escenario había cambiado después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que Estados Unidos no debía esperar a otro ataque terrorista sino ser proactivo.
El presidente aprovechó la ola de patriotismo y miedo que se estaba apoderando de la sociedad estadounidense para enviar un mensaje de advertencia al mundo. Más que nunca, Estados Unidos quería ser la única potencia capaz de dominar el planeta.
Ver también:Estados UnidosEje del Mal
George W. Bush señaló a tres países como enemigos potenciales de Estados Unidos:Irán, Irak y Corea del Norte. Los apodó el "Eje del Mal".
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, estos países poseían armas nucleares y armas de destrucción masiva. De esta manera, constituyeron una grave amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Sin embargo, los inspectores de la ONU demostraron que Irak no tenía armas de destrucción masiva. En cuanto a Corea del Norte, nada se pudo comprobar debido al régimen dictatorial que impera en este país.
Haciendo caso omiso de los informes de la ONU, Bush decidió declarar la guerra a Irak, que en ese momento estaba gobernado por Saddam Husseim.
Guerra preventiva y guerra contra el terrorismo
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos mantuvo la postura de declarar la guerra a un estado sólo cuando era atacado.
En un giro de la política exterior estadounidense, el Presidente Bush declaró que Estados Unidos debería atacar preventivamente a los países que se consideran peligrosos para la seguridad nacional, incluso si no existe un peligro real.
Bush también declaró la guerra al terrorismo y llamó "terroristas" a todos aquellos que representaban una amenaza para Estados Unidos. Por tanto, se incluyeron como terroristas grupos tan distintos como los rebeldes de Chechenia (Rusia), Al-Qaeda, los narcotraficantes de Colombia y las FARC.
Ver también:Terrorismo:definición, ataques y grupos terroristasConsecuencias de la Doctrina Bush
Estados Unidos declaró la guerra a Irak en 2003, persiguió a Osama bin Laden (responsable de los ataques del 11 de septiembre) y proporcionó ayuda militar a Colombia.
Con eso, el mundo quedó dividido entre países que apoyaban a Estados Unidos y naciones que se declaraban en contra de la política exterior estadounidense.
Entre los países que ayudaron a los estadounidenses en la guerra se encuentran Gran Bretaña, España y Australia. En América Latina, Colombia fue el país que más se alineó con esta política y así recibió ayuda en la lucha contra el narcotráfico.
Por otro lado, naciones como Francia, Alemania y Rusia constituyeron el “Eje de la Paz” y se opusieron a la invasión de este país de Medio Oriente.
Uno de los objetivos de la guerra de Irak se logró con el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein. Sin embargo, Osama bin Laden sólo sería capturado durante la administración de Barack Obama.
Ver también:imperialismo norteamericano