- Ampliación de la esfera de influencia económica estadounidense mediante incentivos financieros. Estados Unidos pretendía aumentar su poder económico y político en el hemisferio occidental y más allá invirtiendo en empresas, infraestructura y gobiernos de otros países.
- Estabilidad financiera y progreso económico. Estados Unidos quería promover la estabilidad en el sistema financiero internacional y fomentar el desarrollo económico en otros países, asegurando el acceso a mercados abiertos y fuentes de materias primas.
- Evitar el uso de la fuerza militar directa. Estados Unidos favoreció la diplomacia y las intervenciones financieras sobre el uso de la fuerza militar para lograr sus objetivos de política exterior.
Los críticos de la diplomacia del dólar argumentaron que benefició principalmente a las empresas estadounidenses y a las élites ricas, descuidando las necesidades y preocupaciones de la gente de las naciones donde Estados Unidos invirtió e intervino.