1. Atención paternalista :Los propietarios de esclavos del sur argumentaron que brindaban a sus esclavos un cuidado paternalista, asegurándoles comida, refugio y atención médica. Los propietarios de las plantaciones afirmaban ver a los esclavos como una inversión valiosa, por lo que mantener su salud y bienestar era esencial para sus propios intereses económicos.
2. Relaciones cercanas: Los propietarios de esclavos argumentaron que desarrollaron relaciones más estrechas y personales con sus esclavos, lo que les llevó a un sentido de respeto mutuo y obligaciones recíprocas. A menudo describían la relación entre esclavos y amos como paternalista, en la que los esclavos eran mantenidos y disciplinados por una figura de autoridad benévola.
3. Seguridad laboral :Los propietarios de esclavos enfatizaron que sus esclavos tenían garantizada la seguridad laboral, en comparación con los trabajadores de las fábricas del Norte que eran susceptibles a despidos y crisis económicas. Argumentaron que los trabajadores industriales experimentaban duras condiciones laborales, bajos salarios y empleo inestable, mientras que los esclavos estaban exentos de estas incertidumbres.
4. Justificaciones religiosas: Muchos propietarios de esclavos invocaron referencias religiosas y bíblicas para respaldar su afirmación de que la esclavitud era un sistema benevolente. Afirmaron que el cristianismo promovía la idea de que los amos cumplieran con su deber bíblico de cuidar a sus dependientes.
5. Comparación económica :Los propietarios de esclavos argumentaron que las condiciones económicas de los esclavos eran mejores que las de los trabajadores industriales del Norte. Compararon las provisiones de alimentos, vivienda y bienes esenciales proporcionadas a los esclavos con las condiciones de vida, a menudo precarias, de los trabajadores de las fábricas en los centros urbanos.
6. Movilidad limitada: Los propietarios de esclavos afirmaban que la movilidad restringida de los esclavos limitaba su exposición a las influencias negativas y los peligros morales que se encontraban en las ciudades del norte, proporcionándoles así un entorno seguro.
Sin embargo, es esencial reconocer que estas afirmaciones a menudo fueron distorsionadas o exageradas e ignoraron los aspectos opresivos y deshumanizantes de la esclavitud, incluida la falta de libertad, derechos básicos y la violencia inherente del sistema.