1. Dominio colonial: Los imperios español y portugués habían gobernado gran parte de América Latina durante siglos, manteniendo un control económico y político que explotaba los recursos y favorecía a los colonizadores. La población local fue sometida a políticas discriminatorias y a fuertes impuestos, lo que alimentó sentimientos de resentimiento y un deseo de autogobierno.
2. Ideas de iluminación: El Siglo de las Luces, que destacó la razón, el individualismo y el republicanismo, se extendió a América Latina a través de las obras de los filósofos y la circulación de libros y folletos. Estas ideas inspiraron a los intelectuales y alimentaron debates políticos sobre el derecho a la autodeterminación y el rechazo de las monarquías absolutas.
3. Influencia de la Revolución Americana: La exitosa Revolución Americana de finales del siglo XVIII proporcionó un ejemplo e inspiración a los criollos latinoamericanos (personas de ascendencia europea nacidas en las colonias). El éxito de las colonias americanas contra el poderoso Imperio Británico ilustró la posibilidad de romper con el dominio colonial.
4. Factores económicos: América Latina experimentó estancamiento económico y perturbaciones debido a patrones comerciales cambiantes y conflictos imperiales. Esto provocó pobreza, desempleo y descontento generalizados, y muchas personas vieron la independencia como una forma de mejorar su situación económica y el libre comercio frente a las restricciones impuestas por las potencias coloniales.
5. Liderazgo local: Los movimientos de independencia fueron liderados por un grupo diverso de individuos, incluidas élites criollas, intelectuales, oficiales militares y líderes indígenas. Compartían el objetivo común de establecer estados-nación independientes y rechazar la dominación colonial de sus tierras y su pueblo.
Estos factores se combinaron para crear un ambiente de malestar político y social, lo que provocó numerosos movimientos independentistas en toda América Latina a principios del siglo XIX. La lucha por la independencia condujo a varias guerras y revoluciones, que en última instancia llevaron al establecimiento de naciones soberanas y al fin de la dominación colonial.