Derechos legales:
- En las colonias holandesas, las mujeres tenían relativamente más derechos legales que en las colonias inglesas. Por ejemplo, podrían heredar propiedades, comparecer ante los tribunales y realizar transacciones comerciales.
Oportunidades económicas:
- Las colonias holandesas ofrecieron a las mujeres más oportunidades de participación económica. Podían poseer y administrar sus propios negocios y dedicarse a diversos oficios, incluidos la agricultura, el comercio y la artesanía.
Elecciones ocupacionales:
- Las mujeres de las colonias holandesas tenían una gama más amplia de opciones ocupacionales en comparación con las colonias inglesas. Podían trabajar como comerciantes, comerciantes, taberneros, parteras e incluso cerveceros.
Roles sociales y culturales:
- Las mujeres holandesas tuvieron un papel más activo en los eventos sociales y culturales de sus comunidades. Podrían asistir a los servicios religiosos, participar en reuniones públicas y organizar actividades sociales.
Protecciones legales:
- En algunas colonias holandesas, las mujeres recibieron protección legal contra la violencia y el abuso doméstico. Esto era relativamente poco común en las colonias inglesas de la época.
Leyes matrimoniales:
- Las colonias holandesas tenían leyes matrimoniales más liberales en comparación con las colonias inglesas. Las mujeres podían poseer bienes de forma independiente después del matrimonio e iniciar procedimientos de divorcio.
Libertad religiosa:
- Las colonias holandesas eran en general más tolerantes con la diversidad religiosa, lo que permitía a las mujeres practicar su fe con mayor libertad en comparación con las colonias inglesas con iglesias establecidas.
Participación política:
- Si bien las mujeres en las colonias holandesas no tenían derecho a votar, podían influir en las decisiones políticas a través de peticiones, protestas y participación en organizaciones cívicas.
Propiedad de la propiedad:
- Las mujeres holandesas tenían derecho a poseer bienes, tanto a nombre propio como conjuntamente con sus maridos. Esto les permitió tener cierto grado de independencia financiera.
En general, las mujeres de las colonias holandesas disfrutaron de mayores derechos legales, oportunidades económicas, participación social y libertad religiosa que sus homólogas de las colonias inglesas. Si bien todavía existían limitaciones basadas en el género, la vida de las mujeres en las colonias holandesas era comparativamente menos restrictiva.