Riqueza: Como muchos otros exploradores españoles de su época, Coronado buscaba riquezas y tesoros. Esperaba encontrar recursos minerales, como oro, plata y gemas preciosas, en las tierras que exploraba.
Gloria y Prestigio: Alcanzar fama y reconocimiento fue una motivación esencial para Coronado. Aspiraba a hacer contribuciones significativas a la historia de España liderando expediciones exitosas y realizando descubrimientos notables.
Conversión religiosa: Coronado era un católico devoto y vio la exploración y colonización de nuevos territorios como una oportunidad para difundir la fe católica entre las poblaciones indígenas.
Ambición política: La expedición de Coronado contó con el apoyo de la corona española y probablemente vio la oportunidad de expandir su influencia y estatus político al liderar con éxito una importante misión de exploración.
Curiosidad personal: Coronado también estaba impulsado por una curiosidad genuina y un deseo de aprender más sobre el mundo. Estaba ansioso por explorar nuevos paisajes, culturas y costumbres, y por experimentar lo desconocido.
En general, los motivos de Coronado fueron una combinación compleja de ambición personal, celo religioso, incentivos económicos y el deseo de expandir la influencia y el conocimiento del Imperio español sobre el Nuevo Mundo.