1. Rivalidad imperial:
- Las potencias europeas competían por colonias y el control de los recursos en África, Asia y Medio Oriente. Esta competencia provocó una mayor tensión y un deseo de expandir sus imperios.
2. Rivalidad franco-alemana:
- La rivalidad de larga data entre Francia y Alemania fue alimentada por la guerra franco-prusiana de 1870-71, en la que Alemania derrotó a Francia y anexó Alsacia-Lorena. Francia buscó recuperar Alsacia-Lorena y vengar su derrota.
3. Rivalidad austro-rusa:
- Austria-Hungría y Rusia competían por la influencia en los Balcanes, una región del sudeste de Europa con diversos grupos étnicos y situaciones políticas complejas. Ambos países buscaron expandir su poder y control en la región.
4. Rivalidad naval británica-alemana:
- La rápida expansión naval de Alemania desafió el dominio británico de los mares. Gran Bretaña temía la creciente fuerza naval de Alemania y la amenaza que representaba para su comercio marítimo y su imperio global.
5. Paneslavismo versus pangermanismo:
- El paneslavismo, la idea de la unidad eslava, estaba ganando impulso en los Balcanes, planteando una amenaza al control de Austria-Hungría sobre su diversa población eslava. El pangermanismo, por otro lado, promovió la unificación de los pueblos de habla alemana en Europa y desafió el orden político existente.
**6. Barril de pólvora de los Balcanes:
- Los Balcanes, conocidos como el "polvorín de Europa", eran un foco de tensiones étnicas y políticas. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono austrohúngaro, por un nacionalista serbio en 1914 sirvió como la chispa que encendió la Primera Guerra Mundial.
Estas rivalidades crearon una atmósfera de desconfianza, sospecha y nacionalismo intensificado entre las potencias europeas. Cuando las tensiones aumentaron y los esfuerzos diplomáticos fracasaron, las rivalidades y los conflictos finalmente llevaron al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.