Considerando las circunstancias de 1859, es importante señalar que el país estaba profundamente dividido sobre la cuestión de la esclavitud. Los estados del Sur estaban decididos a proteger su forma de vida, que incluía la institución de la esclavitud, mientras que los estados del Norte se oponían cada vez más a la esclavitud. La incursión de Brown fue vista por muchos en el Sur como un acto de agresión contra su forma de vida, y agravó aún más las tensiones entre el Norte y el Sur.
Si bien las acciones de Brown pueden haber sido equivocadas y, en última instancia, contraproducentes, es difícil negar su compromiso con la causa de la abolición. Creía que la esclavitud era una abominación moral y que era su deber luchar contra ella. En una carta escrita justo antes de su ejecución, Brown afirmó:"Ahora estoy bastante seguro de que los crímenes de esta tierra culpable nunca serán purgados sino con sangre". Independientemente de si Brown tuvo razón o no en sus acciones, su legado como defensor apasionado e intransigente de la abolición es innegable.