* Largas horas: Los trabajadores del siglo XIX solían trabajar muchas horas, a veces hasta 12 horas por día, seis días a la semana. Esto dejaba poco tiempo para el descanso y la relajación, y dificultaba que los trabajadores mantuvieran su salud.
* Condiciones de trabajo inseguras: Las condiciones laborales en el siglo XIX eran a menudo muy inseguras. Los trabajadores estuvieron expuestos a maquinaria peligrosa, químicos tóxicos y otros peligros que podrían causar lesiones graves o la muerte.
* Falta de beneficios: Los trabajadores del siglo XIX a menudo no tenían acceso a ningún beneficio, como seguro médico, tiempo libre remunerado o pensiones. Esto dificultó que los trabajadores ahorraran para el futuro o se protegieran de las dificultades financieras.
Estas razones financieras provocaron grandes sufrimientos a los trabajadores y llevaron al surgimiento del movimiento laboral en los Estados Unidos. Los trabajadores organizaron sindicatos para luchar por mejores salarios, horarios y condiciones laborales. También presionaron para que se aprobara una legislación que protegiera los derechos de los trabajadores.