Las asambleas legislativas varían en tamaño y estructura según el país o estado en el que operan. En algunos casos, pueden ser unicamerales, es decir, constan de una sola cámara. En otros casos, pueden ser bicamerales, es decir, constan de dos cámaras, como una cámara alta y una cámara baja.
La función principal de una asamblea legislativa es aprobar leyes. Esto implica debatir la legislación propuesta, considerar los comentarios del público y votar la versión final de un proyecto de ley. Las asambleas legislativas también tienen el poder de hacer que los gobiernos rindan cuentas interrogando a los ministros, investigando el gasto público y aprobando votos de censura.
Además de sus funciones legislativas, las asambleas legislativas también pueden tener otros poderes, como la capacidad de ratificar tratados internacionales, establecer comisiones de investigación y acusar a funcionarios públicos. Los poderes específicos de una asamblea legislativa dependerán de las disposiciones constitucionales del país en el que opera.
En general, las asambleas legislativas son instituciones importantes en las sociedades democráticas, ya que proporcionan un medio para que la gente participe en el proceso de toma de decisiones y exija responsabilidades a los gobiernos.