1. Un gobierno central fuerte: Los delegados acordaron que el nuevo gobierno federal debería tener la autoridad para regular el comercio interestatal, aumentar los impuestos y negociar con países extranjeros. Esto representó un cambio significativo con respecto a los Artículos de la Confederación, que habían creado un gobierno central muy débil.
2. Separación de poderes: Los delegados también acordaron que los poderes del gobierno federal deberían dividirse entre tres poderes:el poder legislativo (Congreso), el poder ejecutivo (el Presidente) y el poder judicial (la Corte Suprema). Esta separación de poderes fue diseñada para evitar que cualquier rama se volviera demasiado poderosa.
3. Controles y contrapesos: Además de separar los poderes de los tres poderes del gobierno, los delegados también establecieron un sistema de controles y equilibrios. Este sistema permite que cada rama del gobierno limite el poder de las otras ramas. Por ejemplo, el presidente puede vetar leyes aprobadas por el Congreso, pero el Congreso puede anular un veto presidencial con dos tercios de los votos.
4. Federalismo: Los delegados acordaron que el nuevo gobierno debería ser un sistema federal, en el que el poder sea compartido entre el gobierno federal y los estados. Este sistema federalista fue diseñado para proteger la soberanía de los estados y garantizar que el gobierno federal no se volviera demasiado poderoso.
5. Declaración de Derechos: Los delegados también acordaron incluir una Declaración de Derechos en la nueva Constitución. La Declaración de Derechos protege las libertades individuales, como la libertad de expresión, religión y reunión.
Estos son sólo algunos de los acuerdos más importantes a los que llegaron los delegados en la Convención Constitucional. Estos acuerdos sentaron las bases de la nueva Constitución, que ha servido como ley suprema de los Estados Unidos durante más de dos siglos.