1. Gobierno autocrático:El zar Nicolás II creía firmemente en el concepto de autocracia, que significaba la concentración del poder absoluto en manos del monarca. Se resistió a los llamados a reformas democráticas y liberalización política, lo que contribuyó al creciente descontento entre varios segmentos de la sociedad rusa.
2. Modernización económica:a pesar de sus opiniones políticas conservadoras, el zar Nicolás II apoyó algunos esfuerzos de modernización económica. Fomentó el desarrollo industrial, introdujo el patrón oro y siguió una política de expansión económica en el Lejano Oriente. Estos esfuerzos condujeron a cierto progreso económico, pero también aumentaron las tensiones con Japón y exacerbaron los desafíos internos.
3. Domingo Sangriento:Uno de los acontecimientos más importantes durante el reinado de Nicolás II fue la masacre del Domingo Sangriento de 1905. En respuesta a una protesta pacífica de los trabajadores en San Petersburgo, las tropas del zar abrieron fuego, lo que provocó cientos de bajas. Este incidente desencadenó una ola de malestar social y manifestaciones políticas, que desembocaron en la primera Revolución Rusa de 1905.
4. Monarquía constitucional:En un intento por sofocar los sentimientos revolucionarios, Nicolás II aceptó a regañadientes introducir algunas reformas, incluida la creación de la Duma, una asamblea legislativa elegida mediante sufragio limitado. Sin embargo, mantuvo sus poderes autocráticos y a menudo desestimó las decisiones de la Duma, lo que provocó mayores frustraciones entre la población.
5. Guerra Ruso-Japonesa:La decisión del zar Nicolás II de seguir una política expansionista en el Lejano Oriente condujo a la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905. La humillante derrota de Rusia en este conflicto debilitó aún más la autoridad del zar y alimentó los sentimientos antigubernamentales.
6. Primera Guerra Mundial:Nicolás II llevó a Rusia a la Primera Guerra Mundial en 1914, con la esperanza de mantener el estatus de gran potencia del país y reforzar su apoyo interno. Sin embargo, la guerra impuso cargas importantes a la economía, la sociedad y el ejército rusos. Esto, junto con el deficiente liderazgo militar del zar y la influencia percibida de su esposa por un místico llamado Grigori Rasputin, erosionó aún más la confianza pública en la monarquía.
7. Abdicación y revolución:En febrero de 1917, estallaron protestas y huelgas generalizadas en Petrogrado (San Petersburgo), que desembocaron en una revolución en toda regla. Incapaz de mantener el control, Nicolás II abdicó del trono el 15 de marzo de 1917, poniendo fin al gobierno de la dinastía Romanov. Los acontecimientos posteriores llevaron a la formación de un gobierno provisional y, finalmente, a la Revolución Bolchevique en octubre de 1917.
En resumen, el papel del zar Nicolás II durante el siglo XX se caracterizó por intentos de mantener un gobierno autocrático, algunos esfuerzos de modernización y una serie de acontecimientos tumultuosos que finalmente resultaron en su abdicación y el colapso de la monarquía rusa.