1. Lucha de poder: La presidencia provisional de Sun Yat-sen enfrentó desafíos por parte de líderes militares poderosos, particularmente aquellos asociados con Yuan Shikai, quien comandaba el ejército de Beiyang. Yuan controlaba la mayor parte de las fuerzas militares de China y pretendía consolidar su autoridad.
2. Desacuerdo constitucional: Sun Yat-sen y Yuan Shikai tenían puntos de vista diferentes sobre la naturaleza del nuevo gobierno. Sun imaginaba un sistema parlamentario con un gobierno central fuerte, mientras que Yuan prefería un sistema presidencial más centralizado. Este desacuerdo provocó tensiones entre ellos.
3. Presión militar: Las fuerzas de Yuan Shikai rodearon Nanjing, la capital provisional, y presionaron a Sun Yat-sen para que dimitiera. Sun se dio cuenta de la inutilidad de resistir el poder militar de Yuan, ya que carecía de un apoyo militar propio significativo.
4. Objetivo de unificación: Sun Yat-sen reconoció que la unificación de China era primordial. Creía que al renunciar a su presidencia y hacer concesiones a Yuan Shikai, podría asegurar una transición pacífica del poder y evitar posibles conflictos civiles.
5. Estrategia a largo plazo: La dimisión de Sun Yat-sen fue una medida estratégica para preservar el movimiento revolucionario. Imaginó un proceso gradual de cambio político y estaba dispuesto a hacerse a un lado temporalmente para evitar el estallido de una guerra civil.
6. Centrarse en la construcción de la nación: La dimisión de Sun Yat-sen le permitió centrarse en la construcción del Kuomintang (KMT), el partido político que fundó. Creía que crear una organización política fuerte sería esencial para el éxito a largo plazo de la causa revolucionaria.
7. La promesa de reforma del Yuan: Yuan Shikai se comprometió a implementar muchos de los objetivos propugnados por Sun Yat-sen, incluida la adopción de una nueva constitución, el establecimiento de un sistema parlamentario y la modernización de China. Sun puso fe en las promesas de Yuan y esperaba una transición sin problemas.
8. Reconocimiento Internacional: La dimisión de Sun Yat-sen también ayudó a conseguir el reconocimiento internacional de la República de China. Las potencias extranjeras estaban más inclinadas a reconocer un gobierno dirigido por Yuan Shikai, a quien se consideraba una figura de estabilidad y fuerza.
En conclusión, la renuncia de Sun Yat-sen fue motivada por una combinación de conflictos internos, presiones militares y su visión estratégica para la unificación y construcción nacional de China. Si bien renunció temporalmente a su presidencia, sus contribuciones e ideales continuaron dando forma al curso de la historia china.