Inglaterra tiene uno de los niveles más altos de desigualdad económica del mundo desarrollado. El 1% más rico de la población posee más riqueza que el 50% inferior combinado. Esta desigualdad se refleja de varias maneras, entre ellas:
* Altos niveles de pobreza: El Reino Unido tiene una de las tasas de pobreza más altas de Europa occidental. En 2019, el 14% de la población vivía en la pobreza, frente a una media de la UE del 9%.
* Baja movilidad social: La movilidad social en el Reino Unido es baja en comparación con otros países desarrollados. Esto significa que las personas de entornos desfavorecidos tienen menos probabilidades de mejorar su estatus social y económico.
* Altos costos de vivienda: Los costes de la vivienda en el Reino Unido se encuentran entre los más altos del mundo. Esto dificulta que la gente pueda permitirse una vivienda, especialmente en Londres y otras ciudades importantes.
* Salarios estancados: Los salarios en el Reino Unido llevan muchos años estancados. Esto significa que los ingresos de las personas no han estado a la altura del costo de vida, lo que les ha dificultado llegar a fin de mes.
La desigualdad económica es un problema grave en Inglaterra porque tiene una serie de consecuencias negativas para la sociedad, entre ellas:
* Aumento de la delincuencia y el malestar social: La desigualdad económica puede provocar un aumento de la delincuencia y el malestar social, ya que las personas que luchan por llegar a fin de mes pueden recurrir a la delincuencia como forma de obtener dinero.
* Problemas de salud: La desigualdad económica también puede provocar problemas de salud, ya que las personas que luchan para llegar a fin de mes pueden no poder permitirse alimentos, vivienda o atención sanitaria saludables.
* Reducción del crecimiento económico: La desigualdad económica también puede conducir a un menor crecimiento económico, ya que las personas que luchan por llegar a fin de mes tienen menos dinero para gastar en bienes y servicios.
* Aumento de la polarización política: La desigualdad económica también puede conducir a una mayor polarización política, ya que las personas que luchan por llegar a fin de mes pueden tener más probabilidades de votar por políticos populistas que prometen mejorar su situación económica.
La desigualdad económica es un problema complejo para el que no hay soluciones fáciles. Sin embargo, es importante reconocer las consecuencias negativas de la desigualdad económica y tomar medidas para abordarlas.