Los partidarios de la prohibición sostienen que logró reducir los problemas relacionados con el alcohol. Por ejemplo, las estadísticas de la época indicaron una disminución significativa en los arrestos por embriaguez en público, muertes en accidentes de tránsito relacionadas con el alcohol y muertes provocadas por intoxicación por alcohol. Además, algunos historiadores afirman que la prohibición resultó en mejores condiciones sociales y una mayor productividad.
Sin embargo, muchos académicos sostienen que la prohibición tuvo importantes inconvenientes, incluido el aumento del crimen organizado y los bares clandestinos. La producción ilícita de alcohol y el contrabando florecieron, generando ganancias para grupos criminales como los liderados por Al Capone. Los bares clandestinos crecieron hasta convertirse en bares y clubes clandestinos donde las personas se congregaban para beber ilegalmente, lo que ayudó a fomentar una cultura de desafío a la ley.
Además, la prohibición creó un mercado negro de alcohol. Durante la prohibición, la demanda de alcohol aumentó debido a la prohibición, lo que llevó a una expansión del comercio ilegal de alcohol. Esto resultó en mayores tasas de violencia y criminalidad a medida que los gánsteres competían por el control del mercado negro.
Otro factor importante a considerar son los efectos sociales, económicos y culturales de la prohibición. Algunos historiadores sostienen que la prohibición provocó una disminución de la moralidad social, ya que la gente estaba dispuesta a infringir la ley para obtener alcohol. Además, la política impuso una carga significativa a los sistemas judiciales y de aplicación de la ley, lo que resultó en un aumento de los gastos gubernamentales y la corrupción.
En conclusión, aunque la prohibición podría haber logrado reducir el consumo general de alcohol y minimizar algunos problemas relacionados con el alcohol, sus efectos negativos (como el aumento del crimen organizado y el mercado negro de alcohol) superaron cualquier beneficio potencial. Al final, la Enmienda 21 puso fin a la prohibición, marcando el fin de una era divisiva en la historia estadounidense.