Los colonos utilizaron esta famosa cita para expresar su enfado por las políticas fiscales del gobierno británico. Los colonos sintieron que se les estaban imponiendo impuestos injustamente porque no tenían ninguna representación en el Parlamento británico. Esta falta de representación significó que los colonos no tenían voz y voto en cómo se gastaba su dinero.
Este trato injusto provocó crecientes tensiones entre el gobierno británico y los colonos. Los colonos comenzaron a exigir el derecho a representación en el Parlamento y se negaron a pagar impuestos hasta que se cumplieran sus demandas. Esto finalmente condujo a la Revolución Americana, que resultó en la formación de los Estados Unidos de América.
Esta cita todavía se utiliza hoy en día para expresar enojo por el trato injusto o los impuestos sin representación. Es un recordatorio de que el pueblo debe opinar sobre cómo se gestiona su gobierno y cómo se gasta su dinero.