La plaga de Justiniano fue una pandemia de peste bubónica que asoló el Imperio Bizantino y gran parte del mundo mediterráneo entre el 541 y el 549 d.C. Fue una de las pandemias más mortíferas de la historia de la humanidad y se estima que mató a 25 millones de personas.
La plaga lleva el nombre del emperador bizantino Justiniano, quien fue una de sus víctimas más famosas. Justiniano contrajo la peste en el año 542 d.C., pero sobrevivió y gobernó durante otros 38 años.
La plaga de Justiniano tuvo un impacto devastador en el Imperio Bizantino. Mató a millones de personas, debilitó el ejército y la economía del imperio y provocó una disminución del poder y el prestigio del imperio.
La peste también tuvo un impacto significativo en el resto del mundo mediterráneo. Se extendió al norte de África, Italia, la Galia, España y Oriente Medio, matando a millones de personas y provocando trastornos sociales y económicos generalizados.
La plaga de Justiniano es un recordatorio del impacto devastador que las enfermedades infecciosas pueden tener en las poblaciones humanas. También destaca la importancia de las medidas de salud pública para prevenir la propagación de enfermedades.