Colonialismo: La subyugación y explotación de los pueblos colonizados creó resentimiento y amargura entre los pueblos colonizados. Esto impulsó los movimientos anticoloniales y contribuyó al crecimiento del nacionalismo en las colonias.
Nacionalismo: El ascenso del nacionalismo en Europa provocó una mayor competencia por el poder y el prestigio entre las naciones europeas. Esta competencia se vio exacerbada por la carrera armamentista, en la que las principales potencias europeas reforzaron sus ejércitos en preparación para la guerra.
Militarismo: La carrera armamentista y el crecimiento del militarismo en Europa crearon una atmósfera de miedo y sospecha entre las potencias europeas. Esto hizo más difícil la resolución pacífica de los conflictos.
Sistema de alianzas: El sistema de alianzas entre naciones europeas dificultaba la localización de los conflictos. Si un país iba a la guerra, sus aliados estaban obligados a acudir en su ayuda, lo que rápidamente podía conducir a una guerra más amplia.
Nacionalismo balcánico: Los Balcanes eran una región del sureste de Europa que albergaba muchos grupos étnicos diferentes. A medida que crecía el nacionalismo en los Balcanes, aumentaron las tensiones étnicas y la región se volvió cada vez más inestable.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando: El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria por un nacionalista serbio en junio de 1914 fue el detonante inmediato que desató la Primera Guerra Mundial.