1. Peste bubónica:La peste bubónica, causada por la bacteria Yersinia pestis, fue una enfermedad infecciosa mortal que había sido responsable de varias pandemias a lo largo de la historia. Se la conocía comúnmente como la "Peste Negra" debido a las lesiones oscuras y la decoloración de la piel causadas por la infección. La peste se transmitía por pulgas transportadas por roedores y podía provocar fiebre alta, inflamación de los ganglios linfáticos (bubones) y hemorragia interna, lo que provocaba una alta tasa de mortalidad.
2. Viruela:La viruela fue otra enfermedad altamente contagiosa causada por el virus variola. Se manifestó como una erupción que progresó a través de etapas de protuberancias rojas, ampollas y costras, dejando cicatrices permanentes. La viruela tenía una alta tasa de mortalidad, especialmente en los niños, y los supervivientes a menudo quedaban ciegos, sordos o desfigurados.
3. Tifus:El tifus es una infección bacteriana transmitida por piojos del cuerpo. Causó fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular intenso y una erupción cutánea característica. El tifus estaba particularmente extendido en épocas de hacinamiento y malas condiciones sanitarias, ya que podía propagarse fácilmente entre los soldados en los campos o en las ciudades sitiadas.
4. Disentería:La disentería, causada por bacterias como Shigella o Entamoeba histolytica, provoca diarrea intensa, deshidratación y dolor abdominal. Era un problema común en condiciones insalubres, especialmente durante las campañas militares cuando el acceso al agua potable era limitado.
5. Malaria:La malaria, transmitida por las hembras de los mosquitos Anopheles, prevalecía en las zonas pantanosas de Inglaterra durante la Guerra Civil. Provocaba ciclos repetidos de fiebre, escalofríos y sudoración, debilitando a las personas y contribuyendo a la mortalidad.
6. Tuberculosis:La tuberculosis (TB), causada por bacterias como Mycobacterium tuberculosis, era un importante problema de salud pública incluso en el siglo XVII. La tuberculosis afecta principalmente a los pulmones y provoca tos, fiebre, pérdida de peso y debilidad. Tenía una alta tasa de mortalidad, especialmente entre aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.
Estas enfermedades, junto con otras como el sarampión, la influenza y la difteria, plantearon importantes desafíos a la salud de soldados y civiles durante la Guerra Civil Inglesa. Los conocimientos y recursos médicos limitados de la época dificultaron la prevención o el tratamiento eficaz de estas enfermedades, lo que provocó altas tasas de mortalidad y sufrimiento prolongado para muchas personas afectadas por estas epidemias.