A continuación se muestran algunos ejemplos específicos del comportamiento del barón ladrón de Vanderbilt:
- Usó su control del Ferrocarril Central de Nueva York para bajar los precios de los ferrocarriles competidores, y luego los compró a una fracción de su valor original.
- Cobraba tarifas exorbitantes por el transporte de mercancías en sus ferrocarriles y se negaba a negociar con los clientes.
- Usó su influencia política para obtener un trato favorable por parte del gobierno y, a menudo, sobornó a políticos para conseguir lo que quería.
- Estuvo involucrado en varias manipulaciones del mercado de valores y ganó una fortuna comprando y vendiendo acciones a precios inflados.
Las acciones de Vanderbilt tuvieron un impacto negativo en la economía y la sociedad estadounidenses. Contribuyó al crecimiento de los monopolios, que sofocaron la competencia y provocaron precios más altos para los consumidores. También creó una cultura de codicia y corrupción y ayudó a crear las condiciones que llevaron a la Gran Depresión.
A pesar de su impacto negativo, Vanderbilt todavía es considerado uno de los empresarios más exitosos de la historia de Estados Unidos. Construyó un vasto imperio de transporte y amasó una fortuna cuyo valor se estimaba en más de 100 millones de dólares. También era un inversor astuto y ganó una gran cantidad de dinero con sus inversiones en el mercado de valores.
Vanderbilt era una figura compleja y contradictoria. Era un hombre de negocios despiadado, pero también un filántropo generoso. Donó dinero a muchas organizaciones benéficas y ayudó a establecer varias instituciones educativas. Era un hombre de gran ambición e impulso, y logró un nivel de éxito sin igual en la historia de Estados Unidos.