La cláusula de culpabilidad de guerra se incluyó en el Tratado de Versalles como una forma de castigar a Alemania por su papel en la Primera Guerra Mundial. Los aliados creían que Alemania había iniciado deliberadamente la guerra y, por lo tanto, debía ser considerada responsable por el daño que había causado. La cláusula también reflejaba el deseo de los aliados de impedir que Alemania iniciara otra guerra en el futuro.
La cláusula de culpabilidad de guerra tuvo varias consecuencias negativas para Alemania. Causó ira y resentimiento generalizados entre los alemanes, que sentían que se les culpaba injustamente por la guerra. La cláusula también dificultó que Alemania reconstruyera su economía después de la guerra, ya que se vio obligada a pagar grandes cantidades de reparaciones a los aliados. Las dificultades económicas causadas por las reparaciones aumentaron aún más el resentimiento alemán por la cláusula de culpabilidad de guerra.
La cláusula de culpabilidad de guerra se considera ampliamente como uno de los aspectos más controvertidos del Tratado de Versalles. Fue una importante fuente de tensión entre Alemania y las potencias aliadas en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y contribuyó al surgimiento del nacionalismo en Alemania. La cláusula de culpabilidad de guerra fue finalmente abolida por los Tratados de Locarno en 1925, pero el daño ya estaba hecho. El resentimiento que había causado continuó latente en Alemania y contribuyó al estallido de la Segunda Guerra Mundial.