1. Cristianismo: Algunas interpretaciones de la Biblia han promovido históricamente el concepto de jefatura masculina y subordinación femenina. Pasajes como Efesios 5:22-24 enfatizan que las esposas se someten a sus maridos.
2. Islam: Muchas sociedades musulmanas siguen normas religiosas y culturales que priorizan los roles masculinos, con interpretaciones de la Sharia (ley islámica) que promueven la tutela masculina (Wilayah) y enfatizan el papel de las mujeres en las tareas del hogar y la crianza de los hijos.
3. Judaísmo: En el judaísmo ortodoxo existe una clara distinción en muchas prácticas religiosas, con secciones separadas en las sinagogas y ciertos ritos reservados exclusivamente a los hombres.
4. Hinduismo: Si bien el hinduismo celebra la divinidad femenina (Shakti) como una energía divina, las mujeres a menudo enfrentan jerarquías sociales basadas en el sistema de castas, que en ciertos contextos puede implicar obediencia femenina.
5. Confucianismo: Como sistema filosófico y ético profundamente influyente en las culturas china, coreana y vietnamita, las enseñanzas confucianas enfatizaban la obediencia a la autoridad masculina en la familia y en la sociedad en general.
Es esencial señalar que muchas interpretaciones modernas de textos religiosos son más igualitarias y enfatizan el respeto y la igualdad de ambos géneros. Es posible que los conceptos mencionados anteriormente no representen estrictamente a todos los seguidores de esas religiones y existen variaciones basadas en creencias individuales y costumbres regionales.