2. Inundaciones: Los principales ríos de China, incluidos el río Amarillo y el río Yangtze, eran propensos a inundaciones, lo que a menudo causaba una devastación generalizada. Estas inundaciones podrían destruir cultivos, viviendas e infraestructura, provocando pérdida de vidas y perturbaciones económicas.
3. Terremotos: China está situada en una zona propensa a los terremotos, con varias fallas importantes que atraviesan el país. Los terremotos han causado daños importantes a lo largo de la historia, incluido el terremoto de Tangshan de 1976, que mató a unas 240.000 personas.
4. Tsunamis: La extensa costa de China es vulnerable a los tsunamis generados por terremotos y deslizamientos de tierra submarinos en el Océano Pacífico. Estos tsunamis han causado daños generalizados y pérdida de vidas, especialmente en las zonas costeras.
5. Monzones: China se ve afectada por el monzón del este de Asia, que trae consigo lluvias y tormentas estacionales. Si bien los monzones son esenciales para la agricultura, también pueden provocar inundaciones, deslizamientos de tierra y sequías, lo que provoca pérdidas de cosechas y pérdidas económicas.
6. Acceso limitado al mar: La geografía de China ha limitado su acceso al mar, particularmente en la parte norte del país. Esto ha obstaculizado el comercio y el intercambio cultural con otras civilizaciones y ha dificultado que China expanda su influencia más allá de sus fronteras.
7. Aislamiento: La geografía de China también ha contribuido a su aislamiento de otras partes del mundo. Las vastas cadenas montañosas y los desiertos han dificultado el viaje de personas y mercancías hacia y desde China, obstaculizando la difusión de ideas y tecnología.
A pesar de estos efectos negativos, la geografía de China también ha tenido impactos positivos, como proporcionar barreras naturales contra la invasión y crear diversos ecosistemas que han sustentado una amplia variedad de vida vegetal y animal.