El Emperador como figura divina: Se consideraba que el emperador japonés era descendiente directo de la diosa del sol Amaterasu y, por lo tanto, se le consideraba un kami (dios). Esto lo convirtió en una figura sagrada y su palabra se consideraba ley.
La esfera de coprosperidad del Gran Asia Oriental: Ésta era la visión japonesa de un nuevo orden en Asia, en el que Japón sería la potencia dominante y llevaría a los demás países asiáticos a la prosperidad y la independencia del colonialismo occidental.
La inevitabilidad de la guerra: Los japoneses creían que la guerra era necesaria para lograr sus objetivos de superioridad racial y dominio regional. Consideraron la guerra como una lucha contra el imperialismo y el colonialismo occidentales y creían que estaban luchando por la libertad y la independencia de todos los pueblos asiáticos.
Bushido: Este era el código de honor samurái, que enfatizaba la lealtad, el coraje y el autosacrificio. El bushido era visto como una forma de vida para todos los japoneses y se esperaba que estuvieran dispuestos a morir por su país.