A pesar de las Leyes de Neutralidad, Estados Unidos brindó cierta asistencia a Gran Bretaña y sus aliados. Esta asistencia incluyó la venta de material de guerra a Gran Bretaña en régimen de "efectivo y transporte". Esto significó que Gran Bretaña tuvo que pagar el material de guerra por adelantado y organizar su propio transporte. Estados Unidos también comenzó a proporcionar ayuda militar a Gran Bretaña a través del programa Préstamo y Arrendamiento, que le permitía prestar o arrendar materiales de guerra a Gran Bretaña sin exigir un pago inmediato.
Estados Unidos también proporcionó inteligencia militar a Gran Bretaña y sus aliados. Esta inteligencia incluía información sobre movimientos de tropas alemanas, movimientos de barcos y ataques aéreos. Esta información fue vital para el esfuerzo bélico de los aliados y les ayudó a ganar la guerra.
Además de proporcionar ayuda militar e inteligencia, Estados Unidos también brindó apoyo financiero a Gran Bretaña. Este apoyo incluyó la concesión de préstamos y créditos a Gran Bretaña, lo que ayudó a mantener a flote la economía británica durante la guerra. Estados Unidos también proporcionó ayuda alimentaria a Gran Bretaña, lo que ayudó a prevenir la hambruna en el país.
La asistencia de Estados Unidos a Gran Bretaña y sus aliados fue vital para la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Sin esta ayuda, es posible que Gran Bretaña no hubiera podido continuar la guerra y el resultado de la misma podría haber sido muy diferente.