Las condiciones en los campos de prisioneros de guerra pueden variar mucho dependiendo de los recursos y las prioridades del país detenedor y de las políticas generales de trato hacia los prisioneros de guerra. Algunos campos pueden ofrecer condiciones de vida adecuadas y un trato humano, mientras que otros pueden caracterizarse por el hacinamiento, las malas condiciones sanitarias y el trato severo a los prisioneros.
Los Convenios de Ginebra, una serie de tratados internacionales, establecen las normas y directrices para el trato humano de los prisioneros de guerra. Estos tratados describen las responsabilidades de la potencia detenedora en términos de proporcionar alimentos, refugio, atención médica y protección contra daños al personal militar capturado.
La gestión de los campos de prisioneros de guerra suele implicar una combinación de personal militar, profesionales médicos y personal de apoyo. El objetivo de los campos de prisioneros de guerra es garantizar el bienestar de los soldados capturados y cumplir con el derecho internacional humanitario manteniendo al mismo tiempo la seguridad y el control de los prisioneros de guerra.