1. Tensiones constitucionales: La existencia de la esclavitud en los Estados Unidos generó intensos debates y conflictos sobre los derechos de los estados versus el poder federal. Los estados del sur, que dependían en gran medida del trabajo esclavo en sus economías agrícolas, defendieron con vehemencia su derecho a mantener la institución. Creían que el gobierno federal no debería interferir con este "derecho de los estados" a mantener la esclavitud.
2. Divergencia Económica: El Norte y el Sur tenían intereses económicos opuestos. Los estados del norte eran en gran medida industriales y con mano de obra libre, mientras que las economías del sur dependían en gran medida del trabajo esclavo y la producción agrícola. Esta diferencia fundamental en los sistemas económicos creó una profunda división entre las dos regiones, y los desacuerdos sobre los aranceles y la expansión de la esclavitud a nuevos territorios intensificaron aún más las tensiones.
3. Abolicionismo y Resistencia: El movimiento abolicionista, que buscaba poner fin a la esclavitud, ganó impulso en el Norte. Prominentes abolicionistas como Frederick Douglass y William Lloyd Garrison hicieron campaña incansablemente contra la institución, mientras que muchos esclavos resistieron valientemente a sus opresores mediante diversas formas de resistencia, como rebeliones y fugas. El creciente apoyo al abolicionismo en el Norte chocó con la determinación del Sur de preservar la esclavitud.
4. Compromisos y soluciones fallidas: A lo largo de los años previos a la Guerra Civil, se intentaron varios compromisos para resolver los crecientes conflictos sobre la esclavitud. Estos incluyeron el Compromiso de Missouri de 1820, el Compromiso de 1850 y la Ley Kansas-Nebraska de 1854. Sin embargo, estos compromisos sólo disimularon temporalmente las divisiones profundamente arraigadas y no lograron proporcionar una solución duradera.
5. El caso Dred Scott: El fallo de la Corte Suprema en el caso Dred Scott (1857) avivó aún más las tensiones. El tribunal dictaminó que los afroamericanos, ya fueran esclavos o libres, no eran ciudadanos y, por lo tanto, no podían demandar ante un tribunal federal. Esta decisión profundizó la brecha entre el Norte y el Sur y fortaleció la determinación de muchos norteños de enfrentar la cuestión de la esclavitud.
6. La incursión de John Brown y el Kansas sangrante: En 1859, el abolicionista John Brown encabezó una incursión armada en el arsenal federal de Harpers Ferry en Virginia. Este evento puso de relieve la creciente hostilidad entre facciones a favor y en contra de la esclavitud y contribuyó a la escalada de violencia en el país. Además, el conflicto entre las fuerzas a favor y en contra de la esclavitud en Kansas, conocido como "Kansas sangrante", intensificó aún más las tensiones y presagió el conflicto civil que se avecinaba.
7. La elección de Abraham Lincoln: La elección del candidato republicano Abraham Lincoln en 1860 resultó ser el punto de inflexión. Aunque Lincoln no favorecía la emancipación inmediata, su oposición a la expansión de la esclavitud a nuevos territorios fue suficiente para galvanizar al Sur, que temía que su forma de vida y sus intereses económicos estuvieran amenazados. Muchos estados del sur respondieron a la victoria de Lincoln separándose de la Unión, lo que provocó el estallido de la Guerra Civil en 1861.
En conclusión, la esclavitud fue la causa central y subyacente que condujo a la Guerra Civil estadounidense. Creó profundas divisiones entre los estados del Norte y del Sur y alimentó décadas de intensos debates, compromisos políticos y actos de resistencia. La Guerra Civil se volvió inevitable cuando estas tensiones alcanzaron su punto de ruptura, lo que resultó en un conflicto sangriento que finalmente puso fin a la inhumana institución de la esclavitud en los Estados Unidos.