1. Pruebas nucleares: Estados Unidos llevó a cabo una serie de pruebas nucleares en el Océano Pacífico durante la década de 1950, incluidas las infames pruebas de la "Operación Castillo". Estas pruebas causaron una contaminación ambiental generalizada y expusieron a miles de personas a la lluvia radiactiva, lo que provocó protestas y protestas internacionales contra Estados Unidos.
2. Guerra de Corea: La participación de Estados Unidos en la Guerra de Corea (1950-1953) contribuyó al sentimiento antiestadounidense, particularmente en Asia. La guerra causó importantes bajas civiles y dejó un legado de amargura entre muchos coreanos.
3. Macartismo: La histeria anticomunista liderada por el senador Joseph McCarthy durante la década de 1950 resultó en la persecución de personas inocentes, incluidas muchas de la industria del entretenimiento. Las tácticas opresivas y las violaciones de las libertades civiles asociadas con el macartismo generaron críticas y alimentaron el sentimiento antiestadounidense en todo el mundo.
4. Carrera de armamentos nucleares: La intensa competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética para construir armas nucleares más poderosas aumentó los temores globales de una posible guerra nuclear. El desarrollo y las pruebas de armas termonucleares (bombas de hidrógeno) crearon una alarma generalizada y amplificaron las preocupaciones sobre el papel de Estados Unidos en la carrera armamentista.
5. Apoyo a regímenes autoritarios: Estados Unidos respaldó a varios regímenes autoritarios durante la Guerra Fría, a menudo para contrarrestar la influencia soviética. En países como Corea del Sur, Vietnam del Sur y América Latina, el apoyo de Estados Unidos a gobiernos opresivos provocó abusos contra los derechos humanos y un resentimiento generalizado hacia las políticas estadounidenses.
6. Intervenciones de la CIA: La Agencia Central de Inteligencia (CIA) participó en operaciones encubiertas para derrocar gobiernos o influir en los resultados políticos en países de todo el mundo. Algunas de estas intervenciones, como la fallida invasión de Bahía de Cochinos en Cuba (1961) y el derrocamiento de gobiernos electos en Irán (1953) y Guatemala (1954), generaron hostilidad hacia Estados Unidos.
Estas acciones y políticas crearon una percepción de Estados Unidos como una potencia beligerante y dominante, lo que contribuyó al aumento del sentimiento antiestadounidense durante la década de 1950 y dio forma a las relaciones internacionales en los años venideros.