* Vínculos económicos: Los estados fronterizos tenían fuertes vínculos económicos con el Norte y temían que la secesión perturbara esos vínculos y dañara sus economías.
* Poder político: Los estados fronterizos tenían un número relativamente grande de representantes en el Congreso y temían que la secesión reduciría su poder político.
* Miedo a la guerra: Los estados fronterizos eran conscientes de que la secesión probablemente conduciría a la guerra y no querían que sus estados se convirtieran en campos de batalla.
* Sentimiento unionista: Había un fuerte sentimiento unionista en los estados fronterizos y mucha gente creía que valía la pena preservar la Unión.
Al final, los estados fronterizos decidieron que los riesgos de la secesión superaban los beneficios y optaron por permanecer en la Unión.