Lincoln buscó evitar el conflicto armado e inicialmente siguió una política de compromiso y conciliación en un intento de evitar el estallido de la guerra. Sin embargo, a medida que los estados del sur continuaron separándose y las tensiones aumentaron, comenzó a adoptar una postura más decidida. Finalmente emitió la Proclamación de Emancipación, que declaraba libres a todos los esclavos en territorio controlado por la Confederación, como una forma de debilitar a la Confederación y obtener una ventaja estratégica en la guerra.