Argumentos a favor de entrar en la guerra:
- Estados Unidos tenía vínculos económicos tanto con las potencias aliadas como con las potencias centrales, pero los aliados le debían más dinero a Estados Unidos. Al unirse a los aliados, Estados Unidos podría garantizar el reembolso de sus préstamos.
- Estados Unidos estaba preocupado por la guerra submarina sin restricciones que libraban los alemanes, que hundía buques mercantes estadounidenses. Se hundieron barcos estadounidenses sin previo aviso y muchos ciudadanos estadounidenses murieron. Esto hizo difícil que Estados Unidos permaneciera neutral.
- Estados Unidos estaba preocupado por la expansión del comunismo si las Potencias Centrales ganaban la guerra. La Revolución Bolchevique acababa de ocurrir en Rusia y Estados Unidos temía que la expansión del comunismo pudiera desestabilizar a Europa y al mundo.
Argumentos en contra de entrar en la guerra:
- Estados Unidos no fue amenazado directamente por las Potencias Centrales. La guerra se desarrollaba en Europa y no había ningún peligro inmediato para Estados Unidos.
- Entrar en la guerra sería un asunto costoso y sangriento. Estados Unidos no había estado involucrado en una guerra importante en décadas y se necesitaría tiempo y recursos para fortalecer el ejército.
- Entrar en la guerra podría provocar que las Potencias Centrales ataquen a Estados Unidos. Estados Unidos no estaba preparado para una guerra en su propio suelo.
En última instancia, la decisión de entrar en la Primera Guerra Mundial fue compleja y no tuvo respuestas fáciles. Había argumentos válidos en ambos lados de la cuestión. Al final, el presidente Woodrow Wilson decidió que los riesgos de permanecer al margen de la guerra superaban los riesgos de entrar en ella. Estados Unidos entró en la guerra en abril de 1917.
Si fue o no una buena idea que Estados Unidos entrara en la Primera Guerra Mundial sigue siendo un tema de debate histórico.