La popularidad de Lincoln comenzó a aumentar en 1863 después de las victorias de la Unión en Gettysburg y Vicksburg. Estos éxitos elevaron la moral y dieron a la gente una esperanza renovada de que se podía ganar la guerra. La Proclamación de Emancipación de Lincoln, emitida en 1863, también contribuyó a su creciente popularidad, ya que demostró su compromiso para poner fin a la esclavitud.
A pesar de estos éxitos, Lincoln siguió enfrentando críticas de algunos sectores, especialmente de aquellos que se oponían a sus políticas sobre libertades civiles y su uso del poder ejecutivo. Sin embargo, su popularidad general se mantuvo alta hasta su asesinato en 1865.
Después de su muerte, la popularidad de Lincoln se disparó y se convirtió en una de las figuras más queridas y veneradas de la historia de Estados Unidos. Su liderazgo, dedicación y compromiso para preservar la Unión y poner fin a la esclavitud lo convirtieron en un símbolo de unidad y sacrificio nacional.