El Primer Congreso Continental tenía como objetivo abordar los conflictos y buscar la reconciliación con Gran Bretaña. Los delegados redactaron la Declaración de Derechos y Agravios, que detallaba una lista de quejas y afirmaba su lealtad a la corona británica. Argumentaron en contra de ciertas políticas británicas y al mismo tiempo expresaron su deseo de restaurar sus derechos como súbditos británicos.
En esta etapa, el concepto de independencia total de Gran Bretaña no era el sentimiento predominante dentro del Congreso. La mayoría de los delegados eran leales o moderados que buscaban reparación de sus agravios en lugar de una ruptura total con el Imperio Británico. Se centraron en garantizar los derechos y libertades coloniales dentro del marco del sistema constitucional británico.
Sin embargo, el Congreso tomó algunas medidas importantes que sentaron las bases para una futura independencia. Adoptaron una resolución para boicotear los productos y el comercio británicos, demostrando su voluntad de utilizar la presión económica para obtener concesiones. Además, crearon la Asociación Continental, un acuerdo voluntario entre las colonias para apoyar y hacer cumplir el boicot.
En resumen, el Primer Congreso Continental de 1774 no abogó por la independencia inmediata de Gran Bretaña. El objetivo principal era abordar los agravios, restablecer los derechos y lograr la reconciliación con el gobierno británico. El Congreso tomó medidas moderadas, como el boicot, para hacer valer los derechos coloniales, pero la idea de una independencia completa no era un sentimiento generalizado en ese momento.