El conflicto actual entre israelíes y palestinos tiene sus raíces en una compleja interacción de factores históricos, políticos y religiosos. Si bien no existe una respuesta única y sencilla a la pregunta de con qué está más probablemente relacionado el conflicto, algunas de las cuestiones clave incluyen:
Agravios históricos: Tanto israelíes como palestinos tienen profundas narrativas históricas y reclamos sobre la tierra de Israel/Palestina. Los israelíes señalan su conexión ancestral con la tierra, que se remonta a tiempos bíblicos, mientras que los palestinos enfatizan sus raíces indígenas y la presencia árabe y musulmana de siglos de duración en la región. Estas narrativas en competencia han creado un profundo sentimiento de agravio y derecho en ambas partes.
Conflicto político: El conflicto también está fuertemente influenciado por factores políticos, incluida la cuestión no resuelta del Estado palestino y la ocupación israelí de territorios palestinos desde 1967. La falta de un acuerdo de paz justo y global ha perpetuado el ciclo de violencia y desconfianza entre las dos partes.
Tensiones religiosas: Jerusalén, que se encuentra en el centro del conflicto, es una ciudad santa tanto para judíos como para musulmanes. Los reclamos religiosos en competencia sobre Jerusalén y sus lugares sagrados, incluido el complejo del Monte del Templo y la Mezquita de Al-Aqsa, han sido una fuente frecuente de tensión y conflicto entre israelíes y palestinos.
Ampliación del asentamiento: La política de Israel de construir asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados ha sido un factor importante en el conflicto. Los palestinos consideran que los asentamientos son ilegales según el derecho internacional y un obstáculo para la paz, ya que limitan la tierra y los recursos palestinos y socavan la posibilidad de un Estado palestino viable y contiguo.
Cuestión de los refugiados: El gran número de refugiados palestinos que fueron desplazados o huyeron de sus hogares como resultado de la guerra árabe-israelí de 1948 y los conflictos posteriores sigue siendo un problema importante. Los palestinos buscan una solución a la cuestión de los refugiados, incluido su derecho al retorno o una compensación adecuada, como parte de cualquier acuerdo de paz.
Procesos de paz fallidos: El fracaso de numerosas iniciativas y negociaciones de paz a lo largo de los años ha contribuido a la frustración y desilusión tanto de israelíes como de palestinos. La falta de avances hacia una resolución justa y sostenible del conflicto ha alimentado el extremismo y la violencia en ambos lados.