Acontecimientos históricos: Importantes acontecimientos históricos, como guerras y hambrunas, también han influido en la configuración de los patrones de inmigración a Estados Unidos. Por ejemplo, la gran afluencia de inmigrantes irlandeses a mediados del siglo XIX se debió en gran medida a la Gran Hambruna en Irlanda, mientras que la ola de inmigrantes de Europa del Este a finales del siglo XIX y principios del XX fue impulsada en parte por el malestar político y económico en Irlanda. Europa.
Leyes de inmigración: Las leyes de inmigración estadounidenses también han tenido un impacto significativo en la composición de la población inmigrante. Por ejemplo, la Ley de Exclusión China de 1882 restringió severamente la inmigración china a Estados Unidos, mientras que la Ley de Inmigración de 1924 estableció cuotas para inmigrantes de diferentes países.
Estatuto de asilo y refugiado: Estados Unidos también ha otorgado asilo y estatus de refugiados a personas que huyen de la persecución o la guerra en sus países de origen. Por ejemplo, Estados Unidos aceptó un gran número de refugiados de la guerra de Vietnam en la década de 1970 y de la guerra civil siria en la década de 2010.
Hoy en día, Estados Unidos sigue siendo un destino popular para inmigrantes de todo el mundo. Según el censo de 2020, había más de 44,7 millones de personas nacidas en el extranjero en Estados Unidos, lo que representaba aproximadamente el 13,5% de la población total. Los principales países de origen de inmigrantes en Estados Unidos son México, China, India, Filipinas y El Salvador.