1. Destino Manifiesto: El concepto de Destino Manifiesto ganó prominencia en el siglo XIX, dando forma a la visión estadounidense. Sostuvo que Estados Unidos estaba destinado a expandir sus territorios a lo largo del continente desde el Atlántico hasta el Pacífico. Esta expansión hacia el oeste fue vista a menudo como el cumplimiento de la misión de la nación de difundir sus ideales de libertad y democracia.
2. Prosperidad económica: La búsqueda de la prosperidad económica quedó cada vez más entrelazada con la misión estadounidense. A medida que Estados Unidos se convirtió en una potencia económica, vio su éxito como una prueba de la superioridad de su sistema y una forma de inspirar a otras naciones. La idea era que, al demostrar los beneficios del capitalismo de libre mercado y el éxito económico, Estados Unidos podría servir como modelo de desarrollo económico en todo el mundo.
3. Intervenciones extranjeras: A finales del siglo XIX, Estados Unidos participó en varias intervenciones militares en el hemisferio occidental y más allá. Estas intervenciones a menudo tenían como objetivo proteger los intereses estadounidenses o promover la democracia y la estabilidad. La guerra hispanoamericana de 1898, por ejemplo, resultó en la adquisición de territorios de ultramar, como Filipinas, y desató debates sobre el papel de Estados Unidos en los asuntos globales y su misión de "civilizar" a otros pueblos.
4. Influencia de la inmigración: La afluencia de millones de inmigrantes de diversas partes del mundo trajo nuevas perspectivas y diversidad cultural a la sociedad estadounidense. Esta diversidad desafió la comprensión tradicional anglosajona de la identidad estadounidense y la misión de la nación. Los inmigrantes trajeron sus propias experiencias de libertad y democracia, enriqueciendo el discurso nacional y ampliando la idea de lo que significaba ser estadounidense.
5. Movimiento Antiimperialista: No todos abrazaron la idea de la expansión estadounidense y el intervencionismo global. El movimiento antiimperialista de finales del siglo XIX y principios del XX abogó por la adquisición de colonias y argumentó que tales acciones contradecían los propios valores democráticos de Estados Unidos. Los antiimperialistas creían que la misión de la nación debería centrarse en la democracia interna y la justicia social en lugar de la expansión territorial.
6. Auge del progresismo: El movimiento progresista, que cobró impulso a principios del siglo XX, hizo hincapié en la reforma social, la regulación económica y la democracia política. Los progresistas creían que la misión de Estados Unidos no era sólo servir como modelo de libertad y democracia sino también abordar las desigualdades sociales y económicas dentro del país.
En resumen, si bien la idea fundamental de servir como un faro de libertad y democracia siguió siendo central para la visión estadounidense en el siglo XIX, estuvo acompañada de nuevas interpretaciones, como el Destino Manifiesto, la prosperidad económica, las intervenciones extranjeras y la influencia de la inmigración. Estos cambios reflejaron el contexto cambiante del crecimiento, los desafíos y los debates de la nación sobre su papel en el mundo.